Ante el inminente tiempo de Cuaresma, María Santísima de la Victoria aparece ataviada tomando como fuente iconográfica la representación de la Dolorosa pintada por Andrea Solari “di Bartolo” en el cuadro “La Crucifixión” (1503), que se conserva en el Museo del Louvre (inv. 61).
Andrea Solari (Milán, 1460-1524) fue alumno en el taller de Leonardo da Vinci, considerándose entre sus discípulos más aventajados. El casual parecido entre la Virgen de la pintura de Solari y la efigie de la Virgen de la Victoria es sorprendente.
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